IoT (Internet de las cosas, por sus siglas en Inglés) es un concepto que sin duda ha cambiado y revolucionado nuestras vidas o más concretamente la forma en la que nos relacionamos con nuestro entorno.
Se trata de un concepto que más bien parece llegado de un futuro lejano, pero que está disponible en el presente y que cada vez va a estar más y más en nuestras vidas.
El Internet de las cosas consiste en objetos que se conectan a internet mediante sensores y actuadores. Una vez recopilada la información a través de las aplicaciones IoT, se analizarán los datos y el contexto en el que se han obtenido, convirtiéndose en información valiosa.
Todo esto implica otros conceptos como Machine Learning, Big Data… Se buscan patrones, conductas de comportamiento etc. para dotar a las cosas y los objetos de “inteligencia”.
Gracias a esto, serán capaces de “conectarse” con el “mundo real”. Y nos servirán de gran ayuda en diferentes situaciones, desde lo más cotidiano, hasta los procesos más complejos como la jardinería, ganadería, agricultura, la hostelería,la industria, etc.
Un ejemplo puede ser el espejo inteligente, que está compuesto por una pantalla, relojes inteligentes que llevan los operarios y dependientes y el panel de zona de pruebas que detecta las prendas que entran al probador. Además incluye un panel analítico donde tendremos toda la información del cliente.
Los beneficios de estos espejos inteligentes son los siguientes:
- Para el cliente, no tener que salir del probador.
- Para la cadena,el poder influir a sus clientes en el momento que tienen que influir, que es el probador.
- Conocer mejor al cliente: Ahora toda la trazabilidad que podemos tener en el canal online, la tenemos también en el canal offline.
Todo esto se consigue subiendo los datos recogidos a un entorno cloud y después se hace limpieza, homogeneización de datos, integración y procesamiento analítico y se ofrecen los datos de los resultados: KPIs, mapas, algoritmos…
Otro ejemplo puede ser el de las cocinas conectadas al IoT, que conectando las freidoras para que analicen parámetros como la temperatura , el estado, la condición del equipo y el diagnóstico de fallos, esta compañía consiguió:
- Lanzamiento más rápido de nuevos artículos de comida.
- Mejor calidad de comida y menos tiempo de espera.
- Menos desperdicios por errores de freidoras en la preparación del producto
Por su parte blockchain, combinada con IoT, nos trae interesantes propuestas como la de los contratos inteligentes, sobre todo en el sector de los seguros, un ejemplo lo encontramos en un seguro de vida en el que el asegurado se beneficia de ventajas si mantiene una media de 10.000 pasos al día. Estos datos, por supuesto se recogen mediante aplicaciones ya existentes en el mercado.
Otras utilidades del contrato inteligente son la gestión de fraudes y gestión de reclamaciones, interesante, ¿no?
Para el año 2020 se estima que más de la mitad de los nuevos procesos de negocio y sistemas incorporen algún elemento de IoT.
Mientras los teléfonos móviles, los smart TVs, electrodomésticos y coches inteligentes, pueden seguir captando la imaginación de los consumidores, es posible ver que hay mucho que ganar con las implementaciones empresariales.
A diferencia de los sensores integrados en los dispositivos de consumo, aquellos integrados en maquinaria, contenedores, trenes… están generando información para crear aplicaciones en logística, redes inteligentes, servicios públicos, transportación, manufactura y retail.
Pero más allá de los sensores y dispositivos, el valor real del IoT es determinado por los datos y las nuevas aplicaciones que los aprovechan. La inteligencia de estos datos está dando paso a nuevos modelos de negocio y aplicaciones que nunca habían existido antes y que abren la puerta a la transformación digital.
En el pasado, solo las empresas con mayor presupuesto podían beneficiarse del IoT y así obtener un valor adicional, pero hoy en día estas tecnologías están al alcance de todos, tanto para la empresa como para el usuario.
Desde Curie Platform también contamos con Internet de las Cosas (IoT) entre otras aplicaciones y componentes.