En la gestión de ventas de una empresa, uno de los procesos de más importancia es el de la orden de venta, ya que de ello depende el futuro cobro de la factura por el producto/servicio suministrado.
Entendemos por orden de venta al documento de confirmación que se envía a los clientes antes de la entrega de estos bienes o servicios. La orden de venta se crea cuando el futuro cliente (potencial) acepta la cotización planteada.
Tras esto, el cliente enviará la orden de compra para que se prosiga con el procesamiento. Después de recibir la orden de compra, los clientes podrán solicitar las órdenes de venta para saber la fecha exacta en que recibirán los bienes o servicios.
A su vez, el departamento de producción/inventario busca la lista de órdenes de venta a fin de estar al tanto de lo que se necesita enviar y cuándo. Después de que se envía el pedido y se entrega al cliente, se genera una factura a partir de la orden de venta con fines de facturación.
Para registrar todo esto en una empresa, una de las herramientas más recomendadas para realizar esta gestión es un CRM o Sistema de Gestión de Clientes.
A nivel interno, cuando demos de alta una orden de venta en el CRM comprenderá el número de orden de venta, la orden de compra, la factura recurrente, la dirección de facturación y envío, los productos o servicios, los precios y los impuestos, entre otros.
Con todos estos datos añadidos en los campos que tenemos en el CRM, podremos crear fácilmente la orden de venta.
La relación con nuestros clientes es esencial actualmente, ya que constituye la base de nuestros negocios, de ahí que sea muy relevante tener controlado todos estos procesos.
Por eso, contar con herramientas de gestión apropiadas y eficientes hacen que esta actividad sea aún más sencilla, y podamos conocer un poco más sobre las personas o clientes con los que nos relacionamos a diario.
Un CRM destaca sobre otras herramientas en que se adapta con facilidad al tamaño de la empresa, basándonos en la premisa de que una empresa va a mantener sus operaciones y su objetivo será ir creciendo a medida que sus clientes aprecian la propuesta de valor que se les ha ofrecido.
A medida que crece el número de clientes, es también más difícil satisfacer las necesidades específicas a nivel personal, porque cada interacción con un cliente supone una inversión de tiempo específica que debe realizarse.
Ejemplo de orden de venta
El CRM es una solución escalable que se adapta a casi cualquier presupuesto, y que solo crecerá al mismo ritmo en que la organización crece para que las necesidades de todos puedan ser satisfechas de manera efectiva.<
Además, esta gestión permite a las personas descubrir dónde progresan sin la misma cantidad de trabajo para recopilar esos datos, creando un entorno en tiempo real donde los ajustes se pueden realizar casi al instante.